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Ávila, 1 de octubre de 2020. El procurador de Por Ávila en las Cortes de Castilla y León, Pedro Pascual, se ha reunido con el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ávila para abordar algunos de los problemas por los que atraviesa el sector. En concreto, Pascual ha lamentado que, en la gestión de la crisis, no se haya contado con este gremio.  

Pedro Pascual, en el encuentro mantenido esta semana con el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ávila, Rufino Rivero -y en el que también han estado presentes el diputado provincial de Por Ávila, Carlos Jiménez; el concejal de Servicios a la Ciudad, Javier Ajates; y la delegada de Estudios y Documentación, Teresa Arangüena- ha mostrado su malestar por la ausencia de este colectivo en algunos de los grupos de trabajo formados para gestionar la crisis sanitaria de la COVID-19 en la comunidad.

Pascual ha explicado que la COVID-19 es una zoonosis, esto es “una enfermedad trasmitida de los animales al hombre”, que en este caso también se contagia entre seres humanos. En este sentido, el procurador ha destacado la “notable experiencia” de los veterinarios en la erradicación de enfermedades de este tipo, frecuentes en animales.

Por ello, Pascual ha reivindicado un “mayor protagonismo de los veterinarios a la hora de gestionar la pandemia y tomar decisiones importantes, pues su criterio es fundamental”, al tiempo que ha propuesto que, “antes de elaborar cualquier protocolo sanitario se debería tener presente su opinión”.

Por su parte, Rivero ha puntualizado que, en otros países, como Alemania “el máximo responsable de la comisión de expertos es veterinario”, y ambos han coincidido en que “debería existir una mayor coordinación entre la salud pública y la profesión veterinaria”.

 El presidente del Colegio, respecto a los problemas que afectan al colectivo veterinario en Ávila, comunes al resto de la comunidad, ha destacado, que, entre los profesionales que prestan sus servicios en la Administración, preocupa la alta tasa de interinos (en torno al 30%) y la urgencia de poner en marcha la carrera profesional sanitaria; y en el colectivo de ejercicio libre, entre otros, las consecuencias de la crisis económica y cómo puede traducirse en una disminución en la demanda de los servicios veterinarios y los bajos salarios que perciben los veterinarios que trabajan en la campaña de  saneamiento ganadero.