El Grupo Por Ávila en la Diputación Provincial ha mostrado su satisfacción por la aprobación por unanimidad en el Pleno de la institución de la moción que habían presentado para que se avance en la consecución de una provincia cardioprotegida. Su portavoz, Óscar Jiménez, ha defendido que se haga un estudio sobre la actual implantación de desfibriladores en la provincia, y que se apoye a través de una línea de subvenciones a aquellos ayuntamientos que no cuenten con ellos para que se instalen, y se forme a la ciudadanía en su utilización.
Este viernes, 29 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Corazón. Cada año se producen en España unas 35.000 paradas cardíacas, según los datos de la Sociedad Española de Cardiología, y usar un desfibrilador de forma rápida tras el suceso aumenta exponencialmente las probabilidades de supervivencia.
Según el Registro de desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) en espacios físicos de la Junta de Castilla y León, Ávila es la tercera provincia de la región con menor número de desfibriladores. Habría 101 instalados, por lo que serían 6,4 desfibriladores por cada 10.000 habitantes, cuando la media Castilla y León es de 6,7, y la nacional es de 7 desfibriladores por cada 10.000 habitantes. Aunque lo ideal sería que hubiera 10 por cada 10.000.
Si se analiza la ubicación de los desfibriladores, habría 214 localidades de Ávila que aún no cuentan con DESAS. En la moción aprobada se demanda que se lleve a cabo un estudio de la actual implantación de desfibriladores en los municipios, y que la Diputación colabore con los Ayuntamientos a través de una línea de subvenciones para que se instalen en aquellos municipios que aún no cuenten con ellos, y se incrementen en los que ya tienen alguno.
También se pide que se lleve a cabo una revisión periódica de estos desfibriladores para que estén en condiciones óptimas de uso, facilitando la posibilidad de adherirse a un acuerdo marco, como están realizando otras diputaciones.
Además, se ha aprobado que lleve a cabo la formación necesaria para su utilización, ya que es fundamental que se intensifique la formación a la ciudadanía, especialmente a los grupos de riesgo y primeros intervinientes, en el uso de desfibriladores, soporte vital básico y de reanimación cardiopulmonar.